Qué técnicas podemos usar para obtener armonía comunicativa?

Influencia

Como se puede entender, no siempre y en todas las situaciones podemos llegar a obtener esa armonía comunicativa de la que hablamos en un anterior post. Por ello, proponemos una serie de técnicas sencillas que deben ser seguidas con sentido común y que nos ayudarán a obtener armonía comunicativa, tan imprescindible para conseguir nuestros objetivos de comunicación, que se van a traducir en resultados.

Emulación versus Imitación

Uno de los procesos que mejor funciona para conseguir armonía comunicativa es la llamada emulación.
Se trata de “imitar” o acompasar ciertos comportamientos, posturas, gestos, tempo de la voz, tono, de la otra persona.

Es importante tener en cuenta que estas técnicas sólo nos van a servir si tenemos confianza en la competencia de la otra u otras personas para el objetivo del que se trate.

Estas técnicas suelen ser una consecuencia natural de haber obtenido armonía comunicativa. Pero también podemos usarlas poco a poco para obtenerla. Se trata de dos procesos que se retroalimentan el uno con el otro.

Imitar el tono o el tempo de la voz.

Los tonos de la voz son suaves, altos o bajos. Los tempos son rápidos o lentos, con pausas o sin ellas.

La mayoría de nosotros no somos conscientes de nuestro tono de voz o de nuestro tempo. El acompasar el ritmo o el tempo no tiene por qué ser exacto sino que debemos tratar de que sea lo más cercano posible al de la otra persona para ser comprendidos.

Debemos tener cuidado en los casos en los que el ritmo de la otra persona sea extremadamente diferente del nuestro. En este caso, es más recomendable ir acercándonos poco a poco al tempo de la otra persona para ir avanzando hacia el objetivo de esa persona y por ende los nuestros.

Ajustar nuestro Tono de Voz y nuestro Ritmo

Es fundamental mostrar un interés real en el objetivo de la otra persona para que la comunicación sea fluida. Inicialmente tenemos que escuchar los diferentes tempos y tonos de diferentes personas y después ir practicando en lugares o con personas de confianza que no puedan suponer un perjuicio si algo no va como esperábamos.

Poco a poco iremos adquiriendo confianza y pericia y seremos capaces de ajustar nuestro tono y nuestro ritmo o tempo sin mayor dificultad.

Imitar la Respiración

Esta es la segunda técnica para alcanzar armonía comunicativa. La mayoría de  las veces es bastante sencillo acompasar la respiración de la otra persona, y si la otra persona lleva mucha ropa podemos seguir el ritmo de los hombros al subir y bajar con cada respiración.

Puede tomar algo de tiempo el reconocer este ritmo en la respiración pero si practicamos con personas en entornos seguros podremos ir acompasando sus ritmos con los nuestros fácilmente.

Acompasar posturas, gestos o movimientos rítmicos

Esta es una de las imitaciones más complicadas. Se trata de encontrar un movimiento o gesto que la otra persona haga con frecuencia y acompasar el ritmo con otro movimiento nuestro.

Por ejemplo, si la otra persona se rasca la cabeza, se toca la oreja o se echa las gafas hacia atrás, nosotros podemos dar golpes con un lápiz en la mesa, subir y bajar u pie o tocar la mesa con un dedo.

Una vez que hayamos creado armonía comunicativa a través de esta técnica podemos estar seguros de encaminarnos con exito hacia nuestro objetivo.

La última de las técnicas que trataremos es la Emulación de Posturas Corporales

Hemos de tener en cuenta que esta técnica puede conllevar algún riesgo por lo que más que hablar de imitación se trata de emular las posturas. Siempre debemos emular posturas con sumo cuidado sin que podamos irritar a la otra persona o incluso sentir pudor al ser detectados. La otra persona puede pensar, con razón, que nos estamos burlando.

Si queremos empezar a usar esta técnica es preferible comenzar, en la medida de lo posible, en entornos seguros con familiares o situaciones donde no se pueda ver comprometido nuestro trabajo o nuestra profesionalidad.

En resumen

Hemos de ser capaces de saber si hemos alcanzado armonía comunicativa y, si no es así, podemos usar alguna de estas técnicas, pero siempre que tengamos confianza en la competencia de la otra persona para conseguir nuestro objetivo y el suyo.

Uno de los obstáculos más  habituales es que la otra persona no tenga confianza en ti. Por ello,  es esencial asegurarse de que la armonía comunicativa está presente. Y si vemos que la otra persona no tiene confianza en nosotros debemos previamente obtenerla o cambiar el objetivo a uno para el que sepamos que vamos a tener la confianza. Incluso podemos preguntar directamente qué es lo que se espera de nosotros en concreto.

Practicar la paciencia

Por ejemplo una pregunta del tipo:

Parece que tiene dudas acerca de mi competencia o mis habilidades para producir el resultado esperado.

¿Qué es lo que querría escuchar o ver más concretamente que le convenciera de que voy a desempeñarme exactamente como le prometo?

En gran parte de las situaciones obtendremos un criterio al que atenernos y, si no fuese así, no está de más un apretón de manos y hasta la próxima.

Para el caso concreto de las entrevistas de trabajo, si creemos que podremos aportar algo nuevo para conseguir nuestro objetivo inicial podemos enviar referencias de nuestro trabajo, nuestras capacidades, etc, y volver a fijar una entrevista posteriormente.

¿En qué situaciones te has encontrado más cómodo al establecer armonía comunicativa? ¿Crees que estas técnicas podrían ayudarte a mejorar tu comunicación con los demás y lograr tus objetivos?

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