Los precios se comportan de forma bastante poco predecible. Existe una ley conocida de la economía que es la que se denomina como Ley de la Oferta y la Demanda, que viene a decirnos que los precios subirán cuando la demanda sea superior a la oferta de productos o servicios y que descenderán cuando sea menor. En la práctica, lo que suele ocurrir es que cuando la demanda es menor que la oferta con la consiguiente bajada de precios, los productos se retiran del mercado o se almacenan hasta que los precios aumenten nuevamente.
Otra de las leyes más básicas es la de las Utilidades Marginales Decrecientes, que viene a decir que la satisfacción de poseer un producto es mayor que el sacrificio que tenemos que realizar para comprarlo, pero en cuanto poseemos cada vez más cantidad de dicho artículo, estaremos menos predispuestos a comprar más.
Otro de los conceptos importantes de la Economía es el de la elasticidad de la demanda. La Demanda se dice inelástica cuando un bien cubre una necesidad básica y aunque el precio suba el consumidor lo seguirá comprando, dado que no tiene elección. La demanda también es inelástica cuando no existe un bien de sustitución para ese producto. La gasolina es un ejemplo típico de producto difícilmente sustituible por lo que, aunque su precio aumente de forma considerable, la demanda se mantendrá de forma constante.
Existen algunos otros factores que inciden en la determinación del precio, aparte de la oferta y la demanda. De acuerdo con la teoría económica, en condiciones de mercado perfectas, el precio de compra o de venta de un producto es el más alto que el comprador está dispuesto a pagar y el más bajo que el vendedor está dispuesto a aceptar. El comprador solamente puede influenciar los niveles de precio cuando no adquiere el producto a un determinado precio. El vendedor debe tener en cuenta una serie de factores o de costes a la hora de fijar el precio de venta de sus productos o servicios.
Cualquiera que tenga un negocio de compraventa de bienes deseará obtener un beneficio, pero cómo se calcularían los precios de venta?
De la forma más sencilla, podría sencillamente calcular sus costes y añadir un determinado porcentaje. Si se trata de una empresa fabricante o productora, deberá tener en cuenta la distinción entre costes fijos y variables. Los costes fijos se componen de los edificios, las tasas, los salarios de los empleados de administración y la depreciación de los bienes de producción. Los costes variables engloban los costes de materiales o costes de los bienes vendidos, el consumo de energía en el proceso productivo, los salarios de los empleados de producción. En definitiva, los costes fijos se soportan independientemente del nivel de producción de la empresa, y los variables dependen del nivel de producción.
En el caso de los grandes productores es poco habitual que este sea el que vende directamente los productos al consumidor. Existe la figura del intermediario en la cadena de distribución. La presencia del intermediario se hace necesaria por la mayor eficiencia de la cadena de distribución en general. Es capaz de adquirir los productos del productor en mayor cantidad y distribuir los productos en menor cantidad para su venta a otros intermediarios minoristas o al consumidor. Asimismo, también facilita el proceso mediante el uso de almacenes donde es posible almacenar gran cantidad de diversos productos para su distribución posterior.
El eslabón final de la cadena sería el minorista, que vende los productos al consumidor. Cada uno de estos eslabones encarece el producto ya que cada uno querrá obtener un beneficio por los servicios que presta.
Hoy día existen múltiples opciones para que el consumidor final pueda saltarse a estos mayoristas o minoristas, mediante el uso de tiendas online, tiendas de venta directa, donde el consumidor puede adquirir los productos directamente del productor.
